Empieza la gran carrera

Emil1Con cinco ediciones cumplidas ya, (S8) Mostra de Cinema Periférico puede empezar a pensarse como una carrera de fondo. Empezando en 2010 con la energía imparable de un sprint que, aunque con firmes ideas y determinaciones, aún no sabía los caminos que recorrería, el (S8) se ha convertido en 2014, a fuerza de entrenamiento riguroso, en corredor de fondo en plena carrera. Con un buen trecho a sus espaldas, y otro aún más largo que emprender.Con grandes zancadas ha llegado la Mostra, así, hasta Japón, habiendo partido el año pasado de latitudes australes. Muchas sorpresas aguardan por la proverbial tierra del sol naciente, desde las que miramos lo acontecido el año pasado con la alegría de que haya sido posible. Pues aquí estuvo Claudio Caldini: una figura vital de la vanguardia argentina, materializadora, desde el rigor, de lo inefable por medio del cine. El paso de Caldini por A Coruña, mostrando desde su práctica más íntima a sus incursiones en el cine expandido, dejó una honda huella en todo aquel que pudo verle.

Vimos así que la vanguardia argentina creció, por más de una razón, al calor de los formatos domésticos. De esto dio cuenta el programa Antología Fantasma: además de Caldini, también Hirsch, Vallerreggio, Honik o Coppola, entre otros, pasaron por nuestras pantallas. Pablo Marín, curador de esa antología tan precaria como fascinante, fue el enlace entre la generación pasada y la presente: en el programa Territorios Afines se pudo ver su trabajo, junto con el de Pablo Mazzolo y Sergio Subero. Tres territorios afines, si bien dispares, cuyo mapa (de paso estrecho) trazó para el (S8) Magdalena Arau. Arau, por su parte, también se trajo (literalmente) bajo el brazo, una asombrosa muestra de cine amateur recopilada por ARCA, Archivo de Cine Regional: desde viajes espaciales a cuentos clásicos, pasando por la cotidianidad en celuloide de unos tiempos que ya fueron. Y para cerrar el Especial Argentina, desde ultramar nos llegó también la selección de Espacio Filmoteca. Fernando Martín Peña y Fabio Manes conductores del programa Filmoteca, Temas de Cine, que se emite en el canal 7 de la televisión pública argentina, trazaron un exquisito recorrido desde el cine mudo del país, pasando por el “western de la pampa” de Lucas Demare, para llegar a la modernidad hipnótica del cine de Leonardo Favio. Un recuerdo especial para Fabio Manes, recientemente fallecido, se impone en este espacio. Pues Manes murió estrechamente ligado a su pasión, el cine.

Sinais de nuevo fue veleta que apuntó en la dirección en la que sopla el viento de los nuevos creadores gallegos. Lois Patiño (que este año ha cosechado tantos premios que resulta imposible llevar la cuenta) fue el protagonista de la sección, que dio cabida a su potente trabajo con el paisaje, a su obra expositiva y a una sesión con sus influencias y métodos de trabajo. La performance de Miguel Mariño completó esas Sinais, en la envolvente experiencia marítima Fomos ficando sos. Apenas un hito en la travesía que Mariño sigue surcando imparable hoy día.

Mariño unió Sinais con Desbordamientos, que también dio cabida a Ben Russell y Ben Rivers, cuya presencia se hizo posible por gracia de un programa, Lo desconocido, que puso en relación su trabajo con el de otros exploradores de nuevos estados de la percepción.

La Ópera prima de la cuarta edición vino esta vez de la mano de Jaime Chávarri y sus dos primeros largometrajes, filmados en Súper 8 y 8mm. La frescura del trabajo, libre y desenfadado, de Chávarri, se pudo ver recuperada tras largos años sin ver la luz, de la mano de la jovial e inteligente presencia del director.

Así como por ensalmo se completó la programación de la edición de 2013 que se abrió también, como por encantamiento, con la obra de Méliès, sonorizada en directo por sus descendientes. Gala que fue la inauguración perfecta para los días que vendrían, cuya recapitulación nos da fuerza para seguir corriendo hacia adelante, firmes y seguros, en espera de los paisajes desconocidos, llenos de maravillas al acecho aún por descubrir. Corredores de fondo de una carrera que no se corre en soledad, sino en compañía de todos aquellos que la hacen posible. Organización, cineastas y todos los amantes del celuloide que ocupan las salas en cada edición. Cada año somos más. Y resonamos más por todo el mundo.