Mekas sobre Iimura
Jonas Mekas escribe unas breves impresiones sobre su primer encuentro con Takahiko Iimura, en el año 1964, con motivo de su primera retrospectiva completa en 1990. Un viaje a Europa en el que Mekas descubrió a dos jóvenes cineastas emergentes: Takahiko Iimura y Peter Kubelka.
Vi mi primera película de Iimura en 1964…
Jonas Mekas
Vi mi primera película de Iimura en 1964 en la Knokke-Le-Zoute Experimental Film Competition, en Bélgica. Respetaba mucho a Jacques Ledoux, quien organizaba la competencia: era una de esas figuras heroicas del cine de vanguardia. Sin embargo, todos los films no americanos de la competencia me parecieron muy aburridos. Tenéis que recordar que esta era la época dorada del cine americano de vanguardia. Las películas que llevé a Knokke incluían Dog Star Man, Scorpio Rising, Chumlum, y Flaming Creatures. Y Gregory Markopoulos estaba allí con Twice a Man. Cada película de la competencia debía medirse con esos gigantes.
Pero había dos cineastas que se defendían incluso frente a estos gigantes. Uno era Peter Kubelka, que presentaba Arnulf Rainer, y el otro era Takahiko Iimura, con su película Love. Me gustó mucho ese film. Escribí al respecto en el Village Voice, y más adelante le pedí a Yoko Ono que lo trajese a Nueva York, cosa que hizo. Poco después, en 1966, Takahiko vino a Nueva York. Así empezó su vida neoyorquina, o americana. O, más bien, su vida en el cine. Veinticinco intensos y productivos años. Debo añadir aquí –como comentario irónico sobre las competencias– que ni Arnulf Rainer ni Love, ni ninguno de los films que llevé a Knokke, ganó el primer premio… La película ganadora fue… He olvidado su nombre, y no creo que nadie más lo recuerde.
Aunque Taka siempre fue una parte activa de la escena de vanguardia neoyorquina, sigue siendo una presencia enigmática y misteriosa, persiguiendo su propia y singular ruta desde el mismo centro del cine de vanguardia. Aunque la intensidad del fuego del movimiento de cine de vanguardia americano le inspiró y le atrajo, su origen japonés contribuyó decisivamente a su rigurosa exploración de las posibilidades minimalistas y conceptuales del cine. Ha explorado esta dirección del cine en mayor profundidad que nadie. Revisitar el trabajo de Iimura, en su primera retrospectiva completa en los Estados Unidos, es una ocasión importante para todos los interesados en el desarrollo y en el placer del cine como arte.
«Takahiko Iimura Film & Video», Anthology Film Archives, 1990