Ojoboca sobre The Hot and the Cold: invocando la experiencia comunal
¿De dónde viene vuestro interés por las fantasmagorías? ¿Nos podéis contar un poco más sobre Étienne-Gaspard Robert y la relación de su trabajo con el vuestro?
Estábamos leyendo sobre formas precinemáticas y sobre los distintos espectáculos de linterna mágica que se desarrollaron antes de la invención de la cámara de cine y el proyector. Uno de esos espectáculos era la Fantasmagoría. Etienne-Gaspard Robert creó la suya a finales del siglo XVIII y fue uno de sus más populares exponentes. Nos interesaron sus espectáculos porque parecen un pariente lejano de lo que ahora llamamos cine expandido. Sus métodos en particular, o al menos tal y cómo son descritos, nos tocaron una fibra. Sin embargo, no teníamos ningún interés en replicar exactamente su espectáculo. Más bien queríamos tender una especie de puente de afinidad entre esa clase de espectáculo y el nuestro. Así que nuestra relación es más bien la del reconocimiento a un ancestro. Hay mucha información online sobre Robert, y animamos a la gente a que lea cosas. No sería justo intentar condensar todo eso en unas pocas frases aquí.
Para quienes no sepan que es un tardígrado, ¿lo podéis describir? ¿Cómo decidís incorporar este extraño organismo en vuestra performance, e incluir esta especie de historia pseudocientífica?
Un tardígrado es un animal acuático casi microscópico de ocho patas. El tardígrado (esa palabra significa “de caminar lento”) es conocido por su capacidad de sobrevivir en condiciones extremas. Cuando están bajo estrés ambiental, los tardígrados desarrollan un proceso similar a la muerte llamado criptobiosis, en el que ralentizan sus procesos metabólicos hasta casi paralizarlos. Cuando las condiciones mejoran, son capaces de reactivar su metabolismo. Este mecanismo les permite sobrevivir en casi cualquier circunstancia ambiental incluyendo el vacío. Lo que nos interesó fue pensar que uno de los más fuertes organismos del planeta está en cualquier lugar a nuestro alrededor. Solo tenemos que acercarnos a los árboles que hay en la acera frente a nuestro apartamento para encontrar a algunas de esas criaturas. Probablemente, en en mil años ni el apartamento ni la acera ni los árboles estarán allí, pero los tardígrados seguirán moviéndose lentamente en charquitos de agua o esperando en criptobiosis a que las circunstancias mejoren.
¿Cómo empezásteis a desarrollar la puesta en escena de la performance? ¿Cómo es vuestro proceso de trabajo?</b
El proceso empieza con un objeto, una imagen o un texto, por lo general encontrado pero no siempre. En este caso, empezó con unas imágenes estereoscópicas que encontramos en una librería de London, Ontario. Compramos una pila de ellas y pasamos cerca de un año intentando pensar en algo que hacer con ellas. Luego leímos sobre la Fantasmagoría y lentamente la cosa empezó a tomar forma. Es un proceso que consiste en tener una idea para manipular o crear una imagen o un sonido y luego probarla en un espacio y ver si funciona o no. No hay nada especial en ello salvo que cuando tratamos de juntar una serie de imágenes con las que hemos trabajado con sonidos y de repente funciona, es como un regalo. La mayor parte del tiempo, sin embargo, no funciona y tienes que seguir probando o dejarlo de lado y esperar.
Vuestro trabajo parece relacionarse con la idea de verdad y sus convenciones en el cine (al menos lo que he visto hasta ahora), para jugar con materiales (supuestamente) históricos o encontrados. ¿Nos podéis hablar de ello?
En realidad no nos interesa la verdad como concepto ni la ficción como su opuesto. Nos interesa más trabajar para crear una cierta clase de experiencia para la gente que está en el espacio con nosotros. El ritual de la luz proyectada es nuestro principal foco así que nos esforzamos en intentar encontrar maneras de hacerlo efectivo en un sentido experiencial. Nos parece que muchos de nosotros nos hemos acostumbrado tanto a consumir imágenes que puede ser difícil presentar imágenes de una manera que puedan moverse más allá de la complacencia emocional y corpórea de nuestras respuestas típicas. Así que nos gusta buscar en esos restos históricos algunas pistas sobre lo que se puede hacer en el presente para romper con la comodidad de una manera que sea compartida y ganada. Pero no queremos recrear ninguna experiencia del pasado. Como decíamos, no estábamos allí así que no tendría sentido para nosotros intentar copiarlo. Así que intentamos encontrar maneras, en el presente, de crear nuestra propia forma de experiencia comunal. Las historias nos ayudan a acercarnos a las condiciones que nos gustarían para que algo pasara entre los que nos encontramos en una sala cuando la luz es proyectada.