Los invitados especiales: Pablo Marín, Claudio Caldini y Magdalena Arau

La mañana de esta segunda jornada del S8 fue el momento más esperado del festival, donde se dieron cita los invitados argentinos Pablo Marín, Claudio Caldini y Magdalena Arau para hablar de los proyectos que se exhibirán en el festival.

El director, Ángel Rueda empezó comentando que” el festival este año ha hecho una apuesta importante por el cine argentino experimental, de vanguardia“. Claudio Caldini, figura principal de la vanguardia, enlaza de manera natural  con generaciones más actuales como es el caso de Pablo Marín, cuya obra estará presente en la sección Super 8 Contemporáneo. Para ellos, “la inquietud de los cineastas va más allá de hacer películas, enseñan las caras de la creación cinematográfica que enriquece el cine».
“La participación de Caldini es un lujo, y es un honor poder ver su obra; veremos todas las perspectivas con las que está trabajando. En cuanto a Pablo Marín, completa la presencia de Claudio, con un programa excepcional: Antología fantasma: cine experimental argentino, un cine un tanto escondido pero que está ahí y por eso debemos enseñarlo. Y es un privilegio poder contar con el material original, respetando todos los formatos. El programa de Magdalena aúna lo que nos gusta: lo amateur y la vanguardia».

Magdalena Arau agradeció al festival todo lo que estaban haciendo, con tanta dedicación, un evento que es digno de destacar. En relación a lo que a ella le atañe, contó que fue un logro traer los trabajos en original. Para el evento tiene un valor destacable.

Igualmente Claudio Caldini agradece el entusiasmo de Rueda por el festival. Sobre el programa de films que mostrará, aseguró que “es como una profecía cumplida, en los 70 pensábamos que el cine experimental era un cine para el futuro». Para él, Pablo Marín “ha podido explicar lo que habíamos hecho de forma casi inconsciente durante 40 años.”

Pablo Marín continuó hablando sobre eso mismo, él quiso “recuperar un cine que fue hecho hace décadas y que en su momento no tenía difusión. Es increíble como en archivos como ARCA, por ejemplo, se descubren montones de trabajos del pasado excepcionales. Incluso Claudio encontró allí una película suya.

Magdalena habló sobre su programa en el festival, “es sobre un cine doméstico y amateur,  lleno de particularidades. Quisimos incluir una especie de programa que fuese un retrato heterogéneo de este cine hecho en la intimidad. Hay tres cortos en Super 8 que se filmaron de modo comunitario, tres cineastas que me pareció importante incluirlos. Es curioso como el cine de provincia se liga al cine de género, sin tener en cuenta la estética. Luego hay otro corto en 16 mm que se encontró hace poco y tiene la particularidad de la propia familia hizo un remake del mismo años después».

El programa de Claudio Caldini es una colección de películas desde 1975 “donde adopto del cine experimental con una fuerte tendencia a la abstracción. Había hecho acción y documentales, pero me decidí por el experimental. Hay tres piezas hechas que muestran de alguna manera tres modos distintos de encarar la composición cinematográfica». Empezará con una película de 1978 y recorreremos diferentes épocas hasta el 2007. Hoy y mañana abarcaremos un periodo, mostraremos las películas en formato monocanal y tríptico. Comencé a componer música para las mismas películas y en los 80 hice música electrónica, y aquí mostrare algunas cintas desde un sintetizador. La tercera función son tres piezas performativas donde hay imagen y sonido, tres proyectores que pueden ser convergentes y divergentes, trabajando sobree el panorama y la obturación. La segunda es una pieza de síntesis cromática donde hago una descomposición del color a partir del cromatismo primitivo para producir imágenes en color, son imágenes urbanas y rurales. La tercera es una pieza a partir de fragmentos documentales en el sur de la India en 1991, que quedaron guardados durante muchísimos años y los descubrí hace muy poco”.

Pablo Marín asimismo, también comentó su proyecto en el festival. “Vamos a proyectar ocho películas de la historia del cine experimental argentino desde los años 30. Dos de ellas en 16 mm. […] abarca a gente muy consciente de lo que hacía y a otra inconsciente y breve. Son cineastas ocasionales que no pensaban en la difusión. Al final proyectaremos una película muy divertida, nada rigurosa pero funciona bien como epilogo, sobre el seminario de Werner Nekes en Buenos Aires. Es interesante mostrar el cine en formato original, y entender lo que significa verlo así. En las pocas películas del cine argentino experimental hay una relación extremadamente cercana. Trabajan con la misma intensidad y desde un punto de vista amateur. Las primeras décadas van por ese lado. Pero en los 60, 70 y 80 cambia, es en la década de Claudio, la diferencia es que hay una retroalimentación entre ellas, se influenciaban mutuamente».