Volontè. Círculos que se cierran

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Marcos Flórez y Lucía Vilela, parte del colectivo (completado por Helena Girón
, Rafael Mallo
, Roberto Mallo
, Miguel Prado
 y Lucas Vázquez) que dio lugar a Volontè, hablan del origen y proceso de esta performance que se compondrá, en el (S8), de la proyección de la película del mismo nombre, un concierto del grupo, también Volontè, y de la manipulación en directo del material original en 16mm de la película.

MF: Todo empieza hace dos años, la primera vez que vemos a Volontè tocar en directo, que fue aquí, precisamente, en el Mardi Gras. Nosotros conocíamos a Miguel y nos invitó a su concierto. A mí personalmente me impresionó mucho porque me pareció una apuesta muy arriesgada. Sobre todo la parte de la improvisación en grupo me interesaba mucho. Ya había visto alguna improvisación antes, pero no en grupo. Me interesaba esta colectividad, cómo se comunicaban. Estamos hablando del verano de 2013. Nada más ver el concierto les propusimos grabarles en vídeo, sin ninguna pretensión más allá de poder registrarles tocando y, si teníamos algo de suerte, discernir algo de esta comunicación entre ellos. Casi pasó un año, porque durante ese periodo vimos que teníamos la posibilidad de hacerlo en 16mm. Primero, gracias a la cámara de Helena y Samuel (Helena Girón y Samuel M. Delgado), y a otra amiga de Madrid que nos consiguió película caducada de una productora, que eran las colas de un anuncio de Fairy del 2008. Pasó un año, y ya en el verano de 2014 formamos un pequeño equipo, cuatro personas más el grupo, con la intención de hacerle un retrato al grupo. Sólo eso, sin ninguna pretensión de hacer luego una película.

LV: Cuando surgió la idea del 16mm sí que se relacionaron las limitaciones del formato con lo que conlleva una improvisación, que se supone que no tiene esos límites.

MF: Liberta de duración.

LV: Y de repente había que hacerlo en tres minutos.

MF: Dentro de la improvisación, en conversaciones con el grupo, nos hablaban no tanto de la libertad que supone la improvisación sino de su falta de libertad. Eso se une a lo que decía Lucía, que es interesante: tenemos una limitación en el 16mm, que es finito, que no podemos grabar como en el digital horas y horas, algo que a todos nos parecía interesante para trabajar sobre ello.

Grabamos durante cuatro días en Casa Tomada, aquí en Coruña. Nos prestaron el espacio, es increíble que nos cedieran el espacio para poder hacer esto. Luego, nos fuimos todos a registrar el concierto de Volontè en el Liceo Mutante, en Pontevedra. Casi ha pasado otro año, entre revelar, intentar conseguir el dinero para hacerlo (tuvimos la suerte de tener la ayuda del AGADIC aquí en Galicia) y tener la película.

La relación con el (S8) ha estado ahí desde siempre, pues en ese primer concierto Ángel (Rueda, director de la Mostra) estuvo. Les enseñamos a Ángel y a Ana (Domínguez, directora del (S8) con Rueda) la película y sale de ellos, que al final son catalizadores de muchas cosas, la propuesta de unir la película con un concierto en el estreno de la película.

LV: El rodaje fue una improvisación por parte de ellos, de Volontè, los músicos, y de nosotros con la cámara. Casi todo está filmado con cámara en mano. Hay planos muy movidos, porque nosotros filmábamos a través de esa improvisación, de una manera impulsiva. También, incluso, integramos el motor de la cámara, con un micrófono de contacto que iba a sintetizador de Miguel (Prado). Se creó así una relación muy horizontal entre el dispositivo de cine y el de música.

MF: Lo que que cierra el círculo es que nosotros revelamos ese material, y lo tenemos revelado en negativo, y pensamos en darle vida. Lo que normalmente un conservador de películas o de fotografías te dice que no debes hacer, que es alterar el material de origen, nosotros pensamos que puede haber una vida ahí. Ahora, si nosotros alteramos el material en directo, creemos que se cierra un círculo. Porque estamos de nuevo, gracias al (S8), reuniéndonos otra vez, proyectando las imágenes en bruto del rodaje y alterarándolas –aún no sabemos del todo cómo va a ser, porque queremos seguir, efectivamente, un pequeña filosofía de la improvisación. Que, como dijo Lucía, también la seguimos en rodaje, donde no existió una puesta en escena, no intentamos provocar conversaciones entre ellos. Y nos dimos cuenta de que no había conversaciones. Lo que es interesante de todo ese proceso de dos años es que ellos tocaron en directo, nosotros les vimos, les propusimos hacer el rodaje y desde el concierto hasta el rodaje no llegaron a tocar juntos de nuevo ninguna vez. Y desde el rodaje hasta el (S8) no se han vuelto a juntar. Y esto, de alguna manera, cierra el círculo.

 

Desbordamientos. Volontè

Hoy a las 22.30.

Fundación Luis Seoane.

 

Sinas en curto. Extended Remix

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Proba de Axilidade, de Jaione Camborda

 

El apartado de Sinais que se abrió en nuestra quinta edición, Sinais en Curto, no ha tenido más remedio que ampliarse este año ante la cantidad y calidad de propuestas de creadores gallegos del pasado año. Residentes dentro o fuera de Galicia, trabajando en vídeo o en celuloide, no son pocos los nombres que pueblan esta selección que pasaremos a desmenuzar a continuación, en un año en el que cabe hacer mención a iniciativas como el Chanfaina’Lab, experiencia de creación audiovisual colectiva llevada a cabo en septiembre de 2014 en San Sadurniño.

La sesión 1 recoge las piezas donde la experimentación ocurre en terrenos más cercanos a la no ficción. Por ejemplo, la apertura del programa: Proba de axilidade, pieza rodada en Super 8 de Jaione Camborda (recientemente galardonada con un Mestre Mateo al Mejor Guión) que recoge un entrenamiento canino. Aquí el formato original importa: sólo el Super 8 permite la cercanía con el cuerpo y la fisicidad que requiere este estudio del movimiento animal y humano, pegado a la piel de sus protagonistas. Imaginar otras etnografías posibles es lo que parecen hacer películas como Dúas pitas o Ni Dios ni Santa María. En Dúas pitas, Xiana Gómez Díaz monta en paralelo un diálogo de una joven y una mujer anciana (posibles abuela y nieta) con las imágenes de dos gallinas que son las que parecen conversar sobre las costumbres del campo y el trato a los animales, en un fragmento aparentemente baladí que sin embargo dice mucho de cómo ha cambiado el mundo en los últimos años. Por su parte, Sin Dios ni Santa María, de Helena Girón y Samuel M. Delgado, visita Ye, mínima aldea de Lanzarote en la que vive la abuela de Delgado, para intentar atrapar en la mágica penumbra del 16mm caducado que utilizan, el lado sobrenatural de la cultura popular local. Contraponiendo las hechizantes imágenes de “la última bruja viva” del lugar con unas antiguas grabaciones sobre teletransporte vía “rezados” y otros fenómenos paranormales acaecidos tiempo atrás, el dúo se adentra en el corazón de un ancestral saber pagano.

Camiños de Bardaos, de Ángel Santos Touza

Camiños de Bardaos, de Ángel Santos Touza

Lo sobrenatural también está presente, con cierto toque de humor, en la pieza de Ángel Santos Touza (galardonado recientemente en el Festival de Sevilla por su película Las altas presiones). Camiños de Bardaos, a través de una serie de planos fijos de lo que su título indica, habla de los avistamientos de OVNIs en esa paraje a lo largo de la historia, jugando con la sugestión que la narración “documental” genera en el espectador, convirtiendo así los puntos de fuga de esos senderos en campos de juego para la imaginación. Esta pieza surge del Chanfaina’Lab, al igual que SANSa SOLEIL, de Otto Roca, pieza que intenta capturar la luz del sol del otoño gallego, delicada iluminación que pone en paralelo con la peculiar sensibilidad de los medios que utiliza para recogerla: por un lado, el reflejo de la luz en el humo, y por otro, las solarigrafías realizadas con una cámara estenopéica (la más primitiva forma de fotografía: poco más que una caja con un diminuto agujero, con material fotosensible dentro). Finalmente, DSK, pareja creativa formada por Juan Lesta y Belén Montero, veterana pero en constante búsqueda de nuevos caminos, nos trae dos piezas. Por un lado, El juicio adelantado, que pone a la par el sujeto retratado con el modo de retratarlo en una semblanza en clave de videopoesía del poeta zamorano Víctor Mozo. Por otro, cierra la primera sesión Cine ASCII_art., recuperada para la ocasión, obra en la que el juego entre los medios de registro electrónicos y fotosensibles dialogan de particular manera: una imagen fotográfica se convierte al código informático ASCII, y la imagen resultante se transfiere luego a película de 35mm, con resultados sorprendentes e hipnóticos.

El juicio adelantado, de DSK

Cine ASCII_art., de DSK

La sesión 2 aborda, por su parte, una vertiente más formal dentro de la experimentación que domina toda la selección. A pesar de los variados derroteros de los distintos autores de la sesión, siempre hay puntos en común. Por ejemplo, While it Spins, de Xiana Gómez Díaz, pieza que con sencillez desarmante –sólo necesita dos niños y una atracción de feria– consigue un efecto hipnótico que entronca con Trance, de Clara Sobrino, work in progress parte de una investigación de la autora sobre los estados alterados de consciencia en el cine. Con una cadencia de montaje que juega con la alternancia de luz, oscuridad y colores (el sujeto bailando es modelo en el sentido pictórico y a la vez representación de otra antigua forma de trance: la música y el baile ritual), Sobrino consigue corroborar su hipótesis e inducir el estado que el nombre de la pieza propone.

While It Spins, de Xiana Gómez Díaz

While It Spins, de Xiana Gómez Díaz

Diana Toucedo, por su parte, trabaja en Ser de luz un campo que siempre ha sido bien querido por el (S8): el found footage, con un material base también muy afín a los contenidos y filosofía del festival, como son Film Ist, de Deutsch, el último film de Segundo de Chomón –El negro que tenía el alma blanca– y los Preludes 1-6 de Brakhage. Lo que construye es una alusión al ser de luz que habita el cine (pues la luz es la esencia del medio), por medio de la superposición de imágenes. Como ella misma explica, “imágenes de movimiento y tiempo seleccionadas para indagar en nuestros miedos, en la pluralidad de nuestros cuerpos y la debilidad más comprometida, nuestra luz”.

El celuloide, por supuesto, no puede faltar en una sesión como esta. Por un lado, en Super 8. Proyectada en su formato original (y en estreno) se podrá ver Bionte, estudio de Lucía Vilela sobre los líquenes invasores que pueblan Galicia, que con un trabajo de animación cuadro a cuadro cobran verdadera vida. Formas mutantes, desplazamientos, colores brillantes y superficies surtidas construyen un muy particular catálogo de botánica en movimiento confeccionado a golpe de fotoquímica. También en Super 8, pero proyectado en vídeo, esta Kuch Nahi, work in progress de Carla Andrade (en vías de ser un posible largometraje), que deja ver la sensibilidad característica de Andrade para crear atmósferas a partir de la fotografía y el encuadre en esta pieza cuyo nombre remite a la nada hindú a través de las imágenes de su antípoda, el desierto de Atacama. Lugar en el que paradójicamente, no hay cabida para el vacío. A Andrade le corresponde aquí buscarlo en las capas más profundas de las realidad.

Kuch Nahi, de Carla Andrade

Kuch Nahi, de Carla Andrade

Pasando al 16mm, llegamos a los dos trabajos de Miguel Mariño, hechos trabajando directamente sobre la película sin cámara, que recorren un camino de ida y vuelta de la oscuridad a la luz. Para empezar, Lúa, evoca a ese primigenio punto de luz en la inmensidad de la noche (y la fascinación que arrastra desde tiempos inmemoriales): la luna, a la vez que enlaza el trabajo de Mariño con Tony Conrad y Sistiaga. Por su parte, Decalcomanía hace el camino inverso, de la luz a la oscuridad (en doble proyección), utilizando el procedimiento que da título a la pieza: la técnica pictórica que se atribuye al pintor surrealista español Óscar Domínguez.

Cierra el programa una pieza que hace un guiño a la programación de ediciones pasadas del (S8). Precisamente el autor al que se le dedicó un foco especial en Sinais en la edición 2012, el cineasta y escritor Alberte Pagán, reutiliza metraje de una entrevista realizada a Peter Kubelka, invitado especial del festival esa misma edición. En este caso, para realizar un estudio de la imagen proyectada sobre distintas superficies, que aborda la serie del mismo nombre de la que la pieza es parte. En Superfícies – Peter (tubo) proyecta a Kubelka sobre una pantalla de televisión de tubo, según el autor, “una superficie no diseñada para la proyección, sino para recibir la imagen desde el interior. Esta contradicción entre imagen proyectada e imagen emitida es la contradicción entre el celuloide y el cine digital. La vida (latidos) y la muerte (gusanos)”.

SANSa SOLEIL, de Otto Roca

SANSa SOLEIL, de Otto Roca

Sinais en Curto

Sesión 1

Miércoles 3 de junio a las 18h.

CGAI

Repetición: 7 de junio a las 17.30h en la Fundación Luis Seoane.

Sesión 2

Miércoles 3 de junio a las 18.30h.

Afundación. Sala (S8)

Repetición: 7 de junio a las 19.30h en la Fundación Luis Seoane.

Inauguración. Cine-concierto: El gabinete del dr. Caligari restaurada

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Fuente: Friedrich-Wilhelm-Murnau-Stiftung, Wiesbaden

El próximo domingo 31 de mayo a las 19 horas en el Teatro Colón, el (S8) celebra su gala de inauguración que, como ya viene siendo costumbre, es todo un lujo. Nada más y nada menos que una proyección, sonorizada en directo por la prestigiosa pianista y compositora alemana Eunice Martins, de la impecable restauración de la piedra de toque del Expresionismo Alemán: El gabinete del doctor Caligari. Las entradas ya están a la venta en las taquillas del Teatro Colón y de Afundación, y también online a través de ataquilla.com.

Fuente: Friedrich-Wilhelm-Murnau-Stiftung, Wiesbaden

Fuente: Friedrich-Wilhelm-Murnau-Stiftung, Wiesbaden

La película
Primera (y rompedora) manifestación del Expresionismo Alemán, El gabinete del doctor Caligari es una de las obras clave de la historia del cine. Detrás de los claroscuros y los retorcidos escenarios de la historia de terror dirigida por Robert Wiene en los estudios de la UFA, los guionistas Hans Janowitz y Carl Mayer deslizaron una crítica a la autoridad que utiliza a los hombres como máquinas de matar –venían de la reciente I Guerra Mundial–, en un film que según el teórico Siegfried Kracauer fue una premonición del advenimiento del nazismo. Bajo el aspecto de un sueño alucinado, conocemos así al inquietante doctor Caligari, que llega a la feria de un pueblo con una atracción muy particular: el sonámbulo Cesare, que adivina el futuro. Cuando una serie de misteriosos asesinatos empiecen a sucederse en la población, el empeño de un hombre conducirá tras la pista de Caligari, que no es quien parece ser, y que oculta más de un terrible secreto.

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Fuente: Friedrich-Wilhelm-Murnau-Stiftung, Wiesbaden

La restauración
Ver una obra muda de vanguardia del año 1920 como si hubiese sido filmada ayer mismo potencia, si cabe, la percepción de su modernidad y su fuerza, al tiempo que la hace más cercana. Eso es lo que consigue esta soberbia restauración digital, en la que cada fotograma se escaneó a la mayor calidad, recuperando los colores originales con los que se tintó la película a mano, y se limpió para revelar cada detalle empañado por el tiempo. Se reconstruyeron, además, los fotogramas perdidos en un meticuloso proceso que revive la fluidez de los movimientos en escena. Una restauración a cargo de la Fundación Friedrich-Wilhelm-Murnau-Stiftung en colaboración con el Federal Film Archive de Berlin y  L’Immagine Ritrovata – Film Conservation & Restoration, Bolonia, con el apoyo de Bertelsmann.

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La música: Eunice Martins
La banda sonora del film, compuesta e interpretada en directo al piano por Eunice Martins, es la guinda que convierte esta proyección en un evento único. Martins, que también es diseñadora de sonido de cine y teatro, es desde el año 2000 la pianista residente en Kino Arsenal, Berlín. Una profesional de prestigio internacional, que ha llevado su talento a citas como el festival de Hong Kong, Il Cinema Ritrovato, Bolonia, la Jornada do Cinema Silencioso de Sao Paulo y la Berlinale, y a instituciones como el Teatro Nacional de Taipei, Taiwan y el Auditorio del Louvre.

Entrevista con Lila Foster. Una puerta abierta al Brasil

Lila Foster

Lila Foster, curadora e investigadora brasileña invitada en la quinta edición del (S8), ha sido una pieza fundamental en la elaboración del especial Brasil de la sexta edición. Desde allí nos contesta esta entrevista, en la que podremos conocer un poco más a fondo el proceso de selección de la programación, y la fascinante actividad de esta profesional dentro de la investigación y difusión del cine en Brasil.

¿Cómo describirías la escena de cine experimental en Brasil a día de hoy? ¿Hay mucho movimiento en la creación y exhibición de este tipo de cine en Brasil?
Para pensar en la escena experimental primero tendría que definir cómo se se manifiesta el cine experimental en Brasil, difícil labor a la que me voy a arriesgar aquí. Percibo dos movimientos. Tomando como perspectiva el cine experimental como aquel que piensa formas alternativas de producción, que subvierte el lenguaje y los géneros cinematográficos y, muchas veces, es un cine comprometido políticamente, existe un movimiento muy rico de investigación del lenguaje documental, un campo de creación que el uso de las cámaras digitales ha abierto. Un espacio que ya fue ocupado por la ficción en otros momentos de la historia del cine brasileño, y que considero es la tradición más fuerte que tenemos de cine experimental en Brasil. Si pensáramos el cine experimental desde la perspectiva del arte de vanguardia, el cine de artista y la búsqueda formal, existe un movimiento de creación muy rico en la escena actual pero tal vez un poco más disperso. Con la alteración del estatus del cine hecho en formatos analógicos, que ahora se ha convertido casi en un instrumento de creación artesana, ese cine experimental también está marcado por el uso del analógico.

En términos de exhibición, el Brasil tiene un circuito de festivales muy rico. Algunos de ellos valorizan la diversidad de propuestas estéticas y lo que yo llamaría cine alternativo, un cine producido de forma independiente, como es el caso de la Mostra de Tiradentes y de la Mostra do Filme Livre. Adoptando el cine experimental como criterio curatorial de forma más específica tenemos el Fronteira, que este año celebra su segunda edición, y otros festivales y muestras más tradicionales (en el sentido de que son festivales que ya acumulan varias ediciones) que organizan sesiones deicadas al tema. Citaría el Janela Internacional de Cinema de Recife y el Festival Internacional de Curtas como espacios muy importantes. El Curta 8, que incentiva la producción de películas en Super 8 con las oficinas de Tomada Única y la competición nacional, también atrae a muchos artistas experimentales, un festival que acaba mezclando el incentivo a la creación y a la exhibición de películas experimentales, además de las sesiones históricas dedicadas a la historia del Super 8 en Brasil. Grupos que trabajan con Super 8 y 16mm, y que incluso revelan sus propias películas, comienzan a surgir también, como es el caso del proyecto Labarca en Florianópolis y del colectivo Mau Mau en Recife.

A la hora de recomendar autores o películas al (S8), ¿que criterio seguiste? ¿Cómo se «entra» al cine experimental brasileño?
Cuando participé en el (S8) el año pasado percibí que la perspectiva curatorial del festival dialogaba más con esa segunda vertiente del cine experimental que expuse antes, algo que es de entrada más disperso. El (S8) también propone que el cine sea vivido más allá de lo que se expone en la pantalla, es importante la experiencia sensorial de las proyecciones analógicas y de las film performances. Partí entonces de películas que había visto en los últimos años en lugares diferentes y que proponían esa misma relación con el cine. Fue el caso del cine hecho por Distruktur. Tuve la suerte de hacer un curso de revelado con Melissa y Gustavo durante el Janela Internacional de Cinema en 2011 y de ver su propuesta de cine expandido en el Paço das Artes en São Paulo. Priscyla Bettim y Renato Coelho participaron en el Curta 8, sus films son experimentos en Super 8 sobre artistas radicales/experimentales, como el poeta Roberto Piva y el cineasta Luiz Rosemberg Filho. También estuve atenta a los artistas y cortometrajistas que trabajaban en Super 8 como Ana Vaz, brasiliense (de la ciudad de Brasilia) como yo, que usa la ciudad como escenario de sus films. Es curioso ver como esos films dialogan con la sesión de archivos históricos que propuse, esa entrada en el cine experimental brasileño también pasa por mis obsesiones.

Además de haber trabajado en la Cinemateca y de programar en festivales como el de Curitiba, participas en la Asociación Casa de Lava. Puedes contarnos algo sobre los proyectos que tenéis?
La financiación de la cultura en Brasil es un proceso muy burocratizado. Incluso, para trabajar en instituciones públicas muchas veces necesitamos lo que aquí se llama “persona jurídica”. La Casa de Lava, que administro junto con Fábio Kawano, archivista y cinéfilo apasionado por el cine portugués como yo, surgió un poco en ese contexto, para dar continuidad a nuestro trabajo cotidiano como archivistas y productores. Poco a poco vamos pensando en proyectos más colectivos. Este año haremos, junto con el (S8), una muestra dedicada al cine contemporáneo español con el apoyo de Acción Cultural Española A/CE en dos cinematecas brasileñas. También queremos crear la estructura de un laboratorio creativo de producción y revelado de película de cine, algo que ya hemos hecho informalmente, aunque en Brasil existe una demanda muy grande de un espacio de ese tipo.

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Como investigadora, además, trabajas en una tesis sobre cine amateur, ¿nos puedes contar más sobre ese tema?
Mi investigación sobre cine amateur empezó cuando trabajaba en la Cinemateca Brasileira, donde tuve contacto con el acervo de films domésticos (películas familiares) de la institución. Era un universo absolutamente encantador para mí, por lo que decidí hacer una maestría dedicada al tema. Como es un asunto muy poco explorado en la historiografía de cine brasileño, los descubrimientos de la maestría no hicieron más que aumentar mi necesidad de profundizar en el universo del cine amateur. Entonces seguí con un doctorado enfocado en la creación, a partir de los años 20, de asociaciones amateur, lo que llamo de cine amateur institucional. El espacio temporal que investigo va hasta finales de los años 50 y mi expectativa era descubrir o identificar movimientos más experimentales dentro de ese universo del amateurismo. Sin embargo, tras años de investigación, pienso que es un universo bastante conservador. Ese escenario se altera en los años 60 con el nacimiento de nuevos festivales de cine amateur. Esa sería la tercera fase de mi investigación, que quiero desarrollar en el futuro.

Ken Jacobs, pintor

Ken Jacobs

 

Esta noche veremos la segunda de las performances de Ken Jacobs en el (S8), que además cerrar el programa que se le ha dedicado este año en la Mostra, podrá verse por primera vez en A Coruña. Ken Jacobs de algún modo preestrena New Paintings by Ken Jacobs, la nueva performance salida de su Nervous Magic Lantern. Y cuyo título da la pista de una idea crucial en el trabajo de Jacobs que será tratada en su masterclass (titulada “Estamos en el metro abarrotado y le digo a Flo “¡somos ricos!”, Quiero decir, en sensaciones”): la relación entre la pintura y su trabajo, y como la pintura ha determinado su forma de ver el cine. A continuación, el propio Jacobs explica lo que oiremos y veremos hoy sábado 6 de junio, a partir de ahora, Día de Ken Jacobs en A Coruña.

 

Estamos en el metro abarrotado y le digo a Flo “¡somos ricos!”, Quiero decir, en sensaciones

Los hijos de Gaudí, Miró y Picasso vieron su revolución culminada en Nueva York, donde John Marin y otros, pero especialmente Hans Hofmann, la hicieron suya. Cruzar el puente de Williamsburg me llevó exactamente a donde estaban mis héroes, al viejo Lower East Side en el que los pintores se reunían. América hizo lo que siempre hace: tomó las riendas de la revolución y la convirtió en dinero en efectivo. Sin embargo, tuve la suerte de estudiar con el propio Hofmann al final de su carrera en la enseñanza. Dividido ya entonces entre la pintura y el cine, no pude desarrollarme en ninguna de las dos cosas sin sentir que estaba traicionando a la otra. Hasta que las dos, inesperadamente, se fundieron, y ¡lo hicieron en 3D! Esta charla ilustrada explica cómo, empezando con lo que encontré de valor en el Expresionismo Abstracto.

Puede parecer raro que aún me considere pintor. En mi trabajo con la Nervous Magic Lantern pinto con luz directa en lugar de reflejada incalculables horas en mi estudio, pero también frente a un público en un contexto escénico (lo cual es más llevadero que ver cómo trabaja un muralista o un pintor de frescos). Tanto las performances en mi estudio como las públicas se pueden registrar en vídeo; y si en el grabado es legítima la práctica de la reproducción, en este caso también lo es. Muchos pintores escuchan música mientras trabajan, música que en cierto modo debe fundirse o infiltrarse en su trabajo; aquí el espectador también tiene la oportunidad de escuchar. Lo importante es que pensar en lo que hago como una forma de pintura me ayuda a entenderlo. Sin embargo, su conversión a tiempo de reloj, con principio y fin es crucial. Con lo cual, también, es cine.

 

New Paintings by Ken Jacobs

¿Gotear, salpicar, proyectar?

Toda las transparencias proyectadas (por este aparato creado y operado por un artista) han sido ensambladas y pintadas por mí. No pintadas como objetos en sí mismos bajo cuidadoso escrutinio, sino hacia utilización (y reutilización) como base de una proyección. ¿Pueden efímeras performances proyectadas ser pinturas (conocidas por su paciente espera a que los ojos y las mentes las animen)?

La performance puede pasar de la pantalla al vídeo y, en ese camino, perdurar –no por no estar grabada una canción deja de ser una canción.

¿Qué hay de la inclusión del sonido? Muchos pintores escuchan música mientras trabajan. Un “estado de ánimo” es lo que persiguen, y una distracción de sus preocupaciones y pensamientos molestos. Quieren permanecer concentrados y la música ayuda. Pero ¿acaso no influye esa música, infiltrándose en la pintura? ¡Yo os dejaré oírla!

Yo determino el lapso temporal de la proyección, una pintura no tiene límites temporales. De acuerdo, estaba equivocado, son una forma de cine.

 

Ken Jacobs

Masterclass

Hoy a las 12h.

New Paintings by Ken Jacobs (performance con La Nervous Magic Lantern)

Hoy a las 20h.

Afundación. Auditorio