José Luis Castro de Paz: Documentos Cinematográficos Históricos de Galicia

José Luis Castro de Paz – Doctor en Historia del Cine, profesor de Comunicación Audiovisual e investigador-, participante en la mesa de presentación del Ciclo Archivos Históricos de Galicia em ña 1ª edición del (S8)

CICLO: DOCUMENTOS CINEMATOGRÁFICOS HISTÓRICOS DE GALICIA

José Luis Castro de Paz

Si, como es sabido, la producción cinematográfica en Galicia fue prácticamente inexistente hasta los años setenta del siglo pasado -truncados drásticamente los posibles cimientos de un cinema gallego durante el periodo republicano por la sublevación militar fascista-, la expresión se torna casi literal hasta 1920. Así, e incluyendo la todavía decimonónica, relevante y circunstancialmente particular filmografía del lyones afincado en A Coruña José Sellier Loup, nada debe extrañar que lo rodado en Galicia hasta el final de la segunda década del XX apenas rebase en su conjunto algunos miles de metros de celuloide -perdidos en su inmensa mayoría- y que su (in)existencia se deba más al voluntarismo individual de pequeños empresarios exhibidores o emprendedores fotógrafos que a una voluntad industrial digna de tal nombre, ya que, en realidad -y como se supondrá- la extremadamente débil y abúlica burguesía gallega no mostrará interés alguno por contribuir a la puesta en pie de una industria cinematográfica. Es por ello que más allá del valor intrínseco del material conservado (y en ocasiones restaurado) por el Centro Galego de Artes da Imaxe, y que forma parte muy destacada del ciclo que presentamos, éste alcanza para nosotros la categoría de auténtico tesoro histórico y antropológico.

Este es el caso, por ejemplo, del film Año Santo en Santiago/Ano Santo em Compostela (1915), producción de Invicta Film de Oporto con probabilidad para el exhibidor gallego Isaac Fraga y realizado en julio de ese año por el operador Manuel Cardoso Pereira con cámara Pathé. Recuperado en 2006 por el CGAI y la Cinemateca Portuguesa-Museu do Cinema a partir del negativo de cámara original, son las suyas las primeras imágenes en movimiento conservadas de la ciudad compostelana y su existencia había sido ya documentada por el historiador José María Folgar, que colaboró activamente en la restauración. Su contenido (salida del Ayuntamiento, gigantes y cabezudos, Platerías, actos procesionales y desfiles militares) y eficaz pero convencional resolución formal no sólo responden a la tradición de su responsables técnicos, sino también a la voluntad conmemorativa de su “productor” gallego, que continuaba así una senda religiosa abierta en nuestro cine desde finales del siglo XIX.

Y no menor es el interés –en verdad extremo, como adelantábamos, dada la práctica inexistencia de producción siquiera proto industrial en nuestro entorno- de las dos “piezas” de la década de los años veinte rodadas por aficionados que incorpora el ciclo, y que se han convertido, con el paso de los años, en imborrables fragmentos de tiempo histórico recuperados para la cultura gallega gracias a la labor de la Filmoteca. Se trata, en el caso de A Coruña años 20 de imágenes de la capital herculina y alrededores (Pontedeume, Pastoriza, Oleiros…), rodadas hacia 1929 por el aficionado coruñés Ángel Durán Villarnovo con una cámara de 9’5 mm. Los rostros y las formas de vida (las ropas, los gestos y actitudes, el comportamiento público) de los coruñeses que disfrutaban de la tradicional Batalla de Flores en los Cantones -y que el azar del montaje quiso confrontar con los doloridos rostros de las modestísimas procesiones religiosas de los pueblos próximos- quedaron apresados para siempre en imágenes que, cargadas hoy involuntaria pero indefectiblemente de un íntimo espesor mortuorio, nos permiten, de paso, volver a ver edificios hoy desaparecidos y de indiscutible envergadura arquitectónica, como el modernista Teatro “Linares Rivas”. Sociedad de Amigos del Campo (1924-1934), por su parte, es un breve fragmento con imágenes, de nuevo frágiles y malformadas, de Belelle (1930), As Pontes (1925), Buño (1925) y Barallobre (1934), tomadas durante las excursiones (burguesas) organizadas por dicha asociación, fundada por el veterinario Juan Rozco Codina.

Durante la II República, un cine preocupado y realizado desde y para Galicia, sólo podrá comenzar a respirar, ahogado por las armas fascistas. Los hermanos Enrique y Ramón Barreiro, desde la pontevedresa productora Folk, ponen en pie entonces no sólo el primer noticiario cinematográfico del país, sino que ruedan la galleguista, proestatutaria, decisiva y desgraciadamente perdida, Hacia una Galicia mejor/Por unha Galicia nova (Ramón Barreiro, 1933), de llamativo impacto político y cultural. Conservamos únicamente, como muestra del encomiable empeño de Folk, el reportaje que podremos ver en esta primera Mostra de Cinema Perifèrico: El Recibimiento de Vigo a su Excelencia el Presidente de la República (1934, encargado por la patronal viguesa con motivo de la visita de Niceto Alcalá Zamora). De profundo sabor republicano en un momento de progresiva y premonitoria desesperanza, la película comienza con la entrada de la cámara a la bahía viguesa a bordo de un barco de pesca, identificándose de este modo el tomavistas con el sector que sustentaba fundamentalmente la economía de la urbe. Tras algunas vistas generales, el desfile de la comitiva presidencial por el centro de la ciudad está rodado desde ubicaciones elevadas y oblicuas con respecto a la calle que permiten ver la caravana ¾trazando una diagonal descendente hacia la derecha¾ naturalmente insertada entre el alborozado gentío vigués y nos hablan de una (anhelada) sintonía entre el pueblo y su mandatario.

La presencia de unos inolvidables ocho minutos de la Galicia de Carlos Velo (1936), en fin, nos confronta con el único material conservado de un documental de honda inspiración flahertyana, decido a registrar la Galicia marítima y rural de su conflictivo presente y sus sistemas y procesos sociales. Cierre de la trayectoria republicana de su autor, de singular valor antropológico y fílmico y convertido por cierta historiografía en el texto que hubiese abierto el (imposible) camino para un cine gallego con identidad propia, las imágenes de Carlos Velo se enlazan en el ciclo, en un vigoroso y doloroso discurso programador, con ciertas noticias y documentales pertenecientes a NO-DO, noticiario creado por el Régimen franquista a finales de 1942.

Conservada una copia digital de las imágenes “gallegas” de NO-DO en el CGAI desde hace apenas unos meses, éstas se hallan ya en proceso de catalogación y documentación por un equipo de investigación de la Universidad de Santiago de Compostela en colaboración con el propio CGAI y la Filmoteca Española. Junto a documentales de llamativa altura formal, las noticias seleccionadas nos permiten reparar, por ejemplo y más allá de su vacua y en ocasiones bien peculiar retórica propagandística, en aspectos generalmente pasados por alto pero visibles en los fondos de los planos y que nos ofrecen, si sabemos mirarlos, datos de incuestionable valor sobre las formas de vida de varias generaciones de gallegos surgidas bajo el franquismo. Se trata, en fin, de profundizar con rigor, sin obcecaciones ni absurdas nostalgias, en una parcela capital de nuestro patrimonio histórico y cultural.