Lux Álgebra. Edición especial tiempo y estructura
El álgebra es la rama de la matemática que estudia la combinación de elementos de estructuras abstractas de acuerdo a ciertas reglas. En esta edición nos apropiamos de una palabra que evoca a la ciencia para jugar dentro de la programación con las diferentes expresiones que el álgebra de la luz -es decir, el álgebra del cine- puede tener. Pues el cine es un arte temporal, en el que el montaje y la estructura (y sus reglas combinatorias) son pilares básicos.
El cine estructural, pues, es una de las guías de la programación. Primero, tal y como es canónicamente entendido en esa gran oleada generada en los años 70, a través de la obra de Ernie Gehr y Kurt Kren: ese cine despojado de narrativa y cuya razón de ser primera es la forma, a menudo predeterminada, como a grandes rasgos lo categorizó P. Adams Sitney, o el cine “estructural-materialista” como lo describe Peter Gidal, donde la misma esencia del soporte fílmico y sus cualidades dicta el contenido del film. En segundo lugar, queremos también expandir ese concepto hacia nuevos autores y hacia otras formas de trabajar con la idea de patrón y estructura, material y contenido. Una base que dentro de su rigor, ha dado algunas de las películas más bellas y fascinantes de la historia del cine.
Pero vayamos por partes. Al otro lado del Atlántico, una de las figuras primordiales de ese cine estructural “canónico” es Ernie Gehr. Un cineasta cuya influencia es difícil trazar en su justa medida aún a día de hoy, y que precisamente abordó el tema de la percepción y la narración (o más bien su total aniquilación). Gehr es un pionero minimalista, que persigue la imagen cinematográfica como luz y materia pura, como entidad propia y no como representación o relato. Como él mismo dice, cultiva “la idea de usar el cine para reeducar la percepción, a menudo de haciendo que nos paremos para poder verdaderamente ver y oír”. En esta edición contaremos con su presencia, que se desgranará en una sesión de sus films más emblemáticos en celuloide, desde los 70 a los 90, otra a su trabajo en vídeo, que lleva a cabo desde los primeros dosmiles, una master class en la que hablará de su proceso como cineasta desde los comienzos, y una instalación que se podrá ver en la Fundación Luis Seoane desde el 14 de mayo.
A este lado del océano, uno de los nombres esenciales del cine estructural es el austriaco Kurt Kren. En Austria y en el mundo, Peter Kubelka cultivó mayor notoriedad (sobre todo gracias a su inclusión en el libro Visionary Film), mientras Kurt Kren, fallecido en 1998, vivió y filmó a lo punk, aún siendo un cineasta y un visionario de la misma talla (o mayor para algunos) que Kubelka. Ya a finales de los 50 empezó a experimentar con el montaje y el sonido, y una gran parte de su obra es un minucioso trabajo en muchos casos fotograma a fotograma, a menudo planificado según premisas que Kren anotaba en detallados diagramas. Una selección de sus trabajos más puramente estructurales (otra vertiente importante de su trabajo son las películas que hizo con los Accionistas Vieneses) podrá verse en el (S8), presentada por el cineasta e investigador británico Nicky Hamlyn, que recientemente ha editado junto a Simon Payne y A.L. Rees el libro Kurt Kren: Structural Films.
El estadounidense radicado en Austin Scott Stark representaría la siguiente generación de cineastas preocupados por los patrones y la construcción del film. Stark empezó a trabajar en los 80, en películas planeadas de acuerdo a una suerte de “regla del juego”: en cada película Stark plantea una situación, establece unas premisas, se lanza a la experimentación. Desde películas que tienen más que ver con lo performativo (desde emular a Jane Fonda en un parking a jugar con los patrones de una televisión en baja resolución, o experimentar con las formas arquitectónicas y su composición) hasta lo más puramente formal, aprovechando las propiedades del vídeo, el 16mm y el 35mm. De Stark, de cuyo trabajo se han hecho monográficos en instituciones como el MoMA, el Pacific Film Archive, la San Francisco Cinematheque y Filmforum (Los Angeles), podremos ver dos sesiones, así como una performance.
Chris Kennedy, originario de Maryland y residente en Toronto, donde también está al frente de la Liaison of Independent Filmmakers, empieza a trabajar ya en los dosmiles. Su trabajo sería una expresión en el presente de estas preocupaciones estructurales, con raíces en un extenso conocimiento de la historia del cine experimental basado en su trabajo como programador (desde el Images Festival durante unos años, y desde el ciclo mensual Early Monthly Segments y el TIFF actualmente). Desde su preocupación por el encuadre, y por cómo afecta a la percepción del mundo su presentación en el cine, Kennedy ha compuesto una obra tan variada como rigurosa, fruto de una larga reflexión sobre la imagen en movimiento, cualidad que no impide el paso a la riqueza visual y a la sensualidad de las imágenes.
El sonido ha sido un fascinante campo de trabajo si hablamos de estructura en el cine. El cineasta, investigador y curador Albert Alcoz ha preparado en este sentido una sesión que bajo el título “Patrones de interferencias. Sonido y estructura” recoge trabajos actuales e históricos. Desde el austriaco Johan Lurf al español Alberto Cabrera Bernal, desde el mítico estadounidense Barry Spinello al “científico loco” británico Ian Helliwell, o la coruñesa Blanca Rego.
El programa se cierra con la sesión “Métrica y rima”, en la que también conectamos pasado y presente en piezas que examinan la idea de patrón y estructura: desde su sentido más gráfico, en el encuadre de las piezas, hasta en sus aplicaciones de montaje. Desde las superposiciones asombrosas del canadiense Alexandre Larose, al mundo descompuesto en diagramas de Paul Glabicki, a la animación frenética de Jodie Mack o a las ideas “métricas” de los argentinos Pablo Marín y Federico Lanchares, entre otros.
En el apartado expositivo, la muestra “El cine en papel” pone en relación diferentes películas con los diagramas que sus directores utilizaron para prepararlas: obras de arte en sí mismas, que ayudan a apreciar y a comprender mejor esta idea de estructura que mueve la programación de esta edición. La expresión gráfica de lo que luego vemos como imagen en movimiento en un continuo temporal, que desvela el “código fuente” de las películas de cineastas como Lis Rhodes, Peter Kubelka, Paul Sharits, Rose Lowder, Kurt Kren, Bill Brand, Dora Maurer y R. Bruce Elder.